Conocida como casa de Juan Bravo, destacan los arcos de su galería superior que la dan una mayor elegancia. De arquitectura renacentista. Está enfrente de la Iglesia de San Martín y cerca de la Plaza Mayor.
Todos los indicios indican que esta casa llamada, generalmente, de Juan Bravo, no perteneció a este comunero, pues la orden de Carlos V de "quitar, romper y picar todos los emblemas, escudos y timbres" que pudieran recordar las casas o viviendas de los comuneros y sus partidarios, se ejecutaría con todo rigor, pero aún más en la perteneciente al capitán segoviano.
El marqués de Lozoya cree que la construcción fue debida a los Vázquez de Cepeda, posteriormente a los Tordesillas, entroncados con los Tapias, a quienes pertenecen las armas
Todos los indicios indican que esta casa llamada, generalmente, de Juan Bravo, no perteneció a este comunero, pues la orden de Carlos V de "quitar, romper y picar todos los emblemas, escudos y timbres" que pudieran recordar las casas o viviendas de los comuneros y sus partidarios, se ejecutaría con todo rigor, pero aún más en la perteneciente al capitán segoviano.
El marqués de Lozoya cree que la construcción fue debida a los Vázquez de Cepeda, posteriormente a los Tordesillas, entroncados con los Tapias, a quienes pertenecen las armas